otra vez será

-Cuanto frio puede sentirse - Dijo Mar mientras observaba a través de las cortinas de raso de lo que siempre había considerado hogar pero objetivamente se quedaba en casa desalmada. No había nada ahí que fuera de valor, ni ella misma valía nada, se había abandonado en su multitud de sueños no validos para lo que ella consideraba realidad, cualquier objeto que en esa casa habitaba era un mero recuerdo perdido en la ausencia de vivencias. Ella no creía que fuera tarde para cambiar, se lo proponía en cada amanecer falto de sol, pero ya era no había remedio ,muchos sedantes en su cuerpo, el sueño eterno podía con ella, nadie la iba a echar de menos. - Que malo es tener miedo a la soledad -

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