llamas a la puerta sin querer entrar,
aparezco detras de un infinito
viendo a lo lejos tu resplandor
Tú, ya no estás.
Quién alejará el frío
de mi perpetuo invierno,
Cómo haré que el mañana
consiga hacerse hueco
cuando se acabe el hoy.
Y no es sólo poesía,
ya no es poesía,
sólo... sólo eras tu.