y ahora sólo se queda el miedo,
pánico a palabras,
porque me creí como ciega
palabras de corazones mudos,
que no debían haber hablado,
desconfianza a
corazones que me pueden gritar
su verdad,
desconfianza a unirme a sus
fuertes latidos,
no permitiré a mi corazón
encerrarse en jaulas
que construyeron corazones ajenos,
no permitiré a mi corazón,
latir al ritmo de
fríos pensamientos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario