crece, aumenta diciéndonos que algo se nos queda pequeño,
que algo de lo que hay no es lo que debería ser,
el aire que roza nuestros cuerpos quema,
hoguera que intenta avisarnos de que todo pasa,
y que nada llega al no ser que busquemos
en laberintos sin salida,
creados por nosotros mismos creyendo
que lo complicado es lo que merece la pena,
que aquello que nos va a costar es por lo que tenemos que luchar,
que los cuentos que nos contaron eran nuestras futuras vidas...
marionetas en manos de lo que nos rodea,
sentimientos mutilados como guitarra de cinco cuerdas.
y cuando al reloj ya no le queden gotas de arena para desperdiciar,
veremos cada recuerdo perdido y olvidado
y todos los instantes abandonados
gracias a no haber aprendido
que todo lo que tenemos desaparece,
desaparecen los sueños,crueles ilusiones de dioses enviadas hacia nosotros,
las ganas de sonreir, seguidos de lagrimas de mortífera desilusión
y la vida o lo que nosotros hicimos de ella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario