entre pañales donde me pegaron el primer golpe
supe que no sería fácil....
de tantas veces que tropecé,
aprendí la mejor manera para que al caer,
no dañarme.
tenía tantas ganas de correr,
que cuanto más desprisa iba,
menos espacio avanzaba,
y todo paró,
aquel segundo todo era vacío,
un silencio mudo preso en
alguna fortaleza intentando sacar un hilo de voz
y suplicar libertad,
y de repente grité, no esperaba que por fin
la voz actuara como yo siempre había deseado,
tuve miedo de creer que esa persona asustada,
que hasta ahora había seguido la cuerda en la que todo
el mundo se equilibraba.....había saltado,
y huido de rutinas y relojes,
de creencias impuestas,
y absurdos razonamientos .
Me veo reflejada en tus versos...
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